“¿Realmente queremos escapar a aquello que esta escrito?”
Prologo.
La lluvia cae inmisericorde, las nubes se abren soltando sus lágrimas sobre ellos. La ciudad en penumbras, la mole de la mansión con una bandera en lo alto se yergue enfrente.
Es ella.
Es él.
El no puede evitar estremecerse, se ve tan hermosa, tanto que parece desafiar el infierno que la rodea, hasta el rayo palidece frente a la luz que irradia su sonrisa.
Ella sonríe al verle a salvo, a su lado.
- ¿Quien eres? – Ella le pregunta, mientras su largo cabello castaño se agita al viento.
- Soy Él – Le responde simplemente, asombrado de poder decirlo al fin -¿Quién eres tú?-.
- Soy ella -.
Las lágrimas ruedan por esas mejillas perfectas y se lanza a sus brazos, Él la abraza con fuerza fundiéndose en un profundo beso. La misma naturaleza parece ceder, y ambos olvidan el viento y el frío.
La lluvia acaba, las nubes se desbandan, la mansión desaparece entre los árboles.
Un abismo se abre frente a ellos.
Los gritos, el sonido de las armas.
El terror.
Nada pueden hacer más que correr.
Correr.
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