domingo, 19 de abril de 2009

capitulo 5

Miguel.
Santiago, Chile.



Solo unos días mas de hastío, las vacaciones están a la vuelta de la esquina.
Unas buenas vacaciones.

Claudio es el mas entusiasta, Claudio, su viejo amigo, ¿Cuántas cosas habían vivido juntos?, ¿Cuántos éxitos y cuantos sinsabores?, Él había estado siempre ahí, habían sido amigos desde la infancia y así seguirían, el buen Claudio, mas bien bajo de estatura, de cabello oscuro, con una apariencia de insoportable y aburrida rectitud para todo, siempre pensando en mil cosas y concentrándose en una sola a la vez con la misma actitud que un caballo de tiro cuyos tapa ojos solo le permiten ver el camino frente a el, había pasado de ser un chiquillo responsable a un adulto ídem sin intermedios, soportando estoico el peso de una familia de tradición conservadora casi enfermiza, de fortuna recientemente recuperada luego de los deslices de un par de antepasados sueltos de bolsillo y de unos padres decididos por que alcanzara el éxito social que ha pesar de las apariencias y los recursos a ellos les había sido esquivo. Responsable, tanto como para abrazar las fantasías de sus progenitores como suyas… así como las de los demás.

Incluso las de Miguel, solo dos personas en el mundo sabían sobre sus sueños, solo dos personas le habían escuchado alguna vez hablar de ella, aunque eso fuera suficiente como para llenar hojas y hojas de relatos oníricos, además de cansar hasta la desesperación más de alguna vez al buen Claudio.

- ¿El viaje va o me saldrás con otra evasiva seudo familiar?- preguntaba Claudio ayer.
- Nada puede evitarlo, a fin de mes en la selva -.

Lo había planeado todo el año.

- Un viaje de auto descubrimiento y espiritualidad - decía su amigo.

Tonterías. Aventura, nada mas, aventuras y fotos, por ultimo, poder decir ¡Yo estuve ahí!. Quizás un poco de licor y una que otra peruanita.

Que vacío suena, ¿Pero que diablos?, Solo se es joven una vez. Además no le había ido demasiado bien con sus compatriotas, ¿Quizás con las vecinas habría mejor suerte?. Ya mucho lucha siendo la desazón la que lo llena; la universidad, su familia, la vida misma. Él más que nadie lucha, al menos así se siente.

Especialmente buscándola, a ella.

“Basta de estupideces”, cuantos años persiguiendo un fantasma, un rostro desconocido, irreal, un rostro aún sin nombre, a pesar de tantos años de búsqueda.
Tantos años, esos ojos oscuros, el cabello como una noche clara en contraste con la luminosa sonrisa, esa sonrisa, lo único que ha encontrado…
Aun así da lo mismo, si pertenece a alguien tan inalcanzable, tan etéreo como la propia mujer de sus sueños.
Faith, nadie se ha acercado tanto, el rostro se parece, incluso la mirada, no son los mismos ojos, ni el cabello, pero esa sonrisa.

Es esa sonrisa.

Otro día de clases… ya no quedan muchos.

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