domingo, 24 de mayo de 2009

Capitulo 20

Miguel.
Lima. Perú.


El poncho del indio ya esta camino a uno de los basurales de la ciudad, por mucho que significara en términos de que ella lo había tocado, el olor era demasiado desagradable y la probable presencia de parásitos lo convertían en un souvenir muy poco encariñable.
Miguel ha pasado las ultimas horas entre una shakesperiana elocuencia romántica a un melancólico y soñador silencio de sonrisa a flor de labio. Se siente en el cielo, por primera vez ha estado con ella, ha sentido su piel, ha olido su aroma… bueno habría sido así si no fuera por el maldito poncho y su omnipresente hedor.
La dicotomía emocional de Claudio también es manifiesta, de la sincera euforia alegre por la felicidad de su amigo ha pasado al sincero hastío por el parloteo reiterativo, las frases “es tan hermosa”, “era como un sueño” y las interminables asociaciones mencionadas con las innumerables fantasías oníricas desde hace 20 años a la fecha.
Miguel esta imposible y claudio no puede menos que temer que esto podría agravarse.

- Era maravilloso… su cabello le flotaba al viento como si … -.
- ¡Yaa! – Claudio ya va por la cuarta taza de café y el tercer emparedado, escuchando lo mismo – Por dios compadre, ya se lo increíble que fue, lo del viento, las montañas, los ojos, la voz, las piernas, etc, etc!... o sea córtala, ya me hice la idea -.
- Perdón señor amargado – Aunque herido en su romántico descargo, Miguel se siente incapaz de llegar mas allá de un fingimiento de mal humor – ¿No sabia que tanto te molestaba escuchar a un amigo hablar de su mina? -.
- ¡Pero si no es tu mina!... apenas le hablaste, pedazo de animal, por mucho que no sea mi tipo, el 99% de lo que me has repetido las ultimas 5 horas puedo verlo en cualquiera de sus películas -.
- Aunque no de la forma como yo lo veo -.
- Ay señor… - Claudio apenas puede suspirar – Si tarado, es linda, preciosa, etc, eso salta a la vista, pero piensa un poco que quizás esto no haya sido mas que una anécdota para ella, tal vez algo que contarle al novio al volver a su país -.
- Gracias por joderme el ánimo -.
- Sabes que no se trata de eso, sino de que no te hagas ilusiones que escapan de la realidad inmediata… o absoluta -.
- ¿Crees que no lo sé? – a pesar de su humor Miguel no es inmune a los recordatorios sobre la insania de la situación - ¿Qué no se me pasa por la mente que tal vez sea invento mío no solamente lo que creí ver interiormente en ella, sino quizás toda la situación en si?, o sea, está hasta la posibilidad que sea todo otro maldito sueño y de un momento a otro me despierto en el departamento solo -.
- Mira imbecil, solo modérate y danos un descanso de las cantinelas sobre la belleza de la chica, ni siquiera sabemos si podremos seguir con este circo -.
- ¡Demás que podemos! – se escucha desde la puerta.

Freddy entra calmadamente, nuevamente desapareció al alba y ahora a media tarde recién vuelve. Aun magullado por su caída y especialmente por la posterior huida cerro abajo con su tabla para evitar el desfile de malos entendidos con la policía.

- Menos mal que llegas – Dice girándose Claudio – Ahora podrás aburrirlo a el, a ver si ahora me dejas descansar un rato -.
- Naaa, corta el atado, con lo que costo hacer dormir a este desgraciado anoche que no paraba de hablar de la mina, ya tenemos suficiente -.
- Dale, échenle la culpa al pobre Miguel, para eso estoy, denle -.
- Pero si claudi me tira el muerto a mi po`, no es que sea algo personal primo, pero uno se defiende -.
- ¡No me digas Claudi!... Pues también te toca a ti, ¿Porque tendría que ser el único gil escuchando todo el día las mismas cosas? -.
- Córtenla – Casi divertido Miguel se acurrucaba a observar la discusión.
- Nadie te manda a ser el cura del confesionario, podrías dejar solo al tarado este que se felicite a él mismo o por ultimo se ponga a gritar por el balcón su amor -.
- Ah ¿Y cual seria tu consejo entonces Freddy? ¿Irme y dejar que tu primo se le ocurra quizás que otra tontera obsesiva? -.
- Córtenla -.
- Demás po`, deja al loco solo, que descargue su romanticismo, ya esta grande, hediondo y peludo como para que tome sus propias decisiones – Freddy abría un chocolate de un mordisco – No puedes seguir tratando de controlar todo para llevar el orden al caos, tienes que dejar que los giles la caguen de vez en cuando -.
- Muchas gracias… córtenla -.
- Quien dice que yo trato de controlar todo?, que sea responsable, concepto que al parecer tu desconoces, no significa que sea un maniático -.
- Responsable el tonto… ¡Perno!, na` de responsable, gil cerrado, es la corbata que te corta la respiración y te jode el mate -.
- ¡Que se callen por la misma mierda! – Hay un límite hasta para un enamorado.
- Es este pedazo de animal que tienes por pariente que tiene menos sentido común que un… -.
- Animal tu abuela, Claudi, comete tu pollo mejor – Freddy le encaja un sándwich a Claudio con pasmosa precisión – En vez de estar acá flotando como idiota, Miguel, deberías estar pensando como acercarte a ella de una vez por todas, a ver si al fin comenzamos estas vacaciones -.
- Solo déjame encontrar la oportunidad, ¡ahora soy imparable! -.

Claudio logra tragar lo que queda del emparedado y se hecha resignado en la cama.

- Eso es justo lo que me daba miedo escuchar -.

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