Miguel.
Lima. Perú.
Claudio lanzó su consumido cigarro por el balcón, varios días llevan ya en la capital peruana y aún nada, Miguel se pasea casi como enamorado incomprendido… bueno… exactamente como enamorado incomprendido.
La seguridad en el set ha resultado demasiada, además de los guardias peruanos, ella tiene un par de guardaespaldas yanquis de lo mas eficientes, no hay forma aparente siquiera de acercarse, y eso afecta el humor de Miguel mas de lo que le gustaría aceptar.
Especialmente desde el otro día en el hotel, no ha dejado de hablar de ello: “Es que se veía tan linda, el pelo y los ojos tal como la he soñado siempre, ¡Es ella!, ¿O no?, ¡Sí, tiene que ser!, ¿Y si me equivoco?, Debo verla de nuevo, ¿Cómo lo hago?, ¿Y si ella no quiere verme?”.
Freddy es mas practico, se larga todas las mañanas a “Hacer turismo”, y le deja solo para lidiar con Miguel.
- ¿Por qué, no simplemente vas y tratas de hablar con ella? -.
- ¡¿Estas loco?!, ¿Y si cree que soy un maniático? – Miguel suspira desesperado – No, debo acercarme sin que me reconozca, buscar una señal, saber que es ella… Debo saberlo antes de hacer cualquier movimiento -.
- ¿Cualquier movimiento?, Eso mas suena a ajedrez que a locura amorosa… - Claudio lleva años tratando de tragarse lo de los sueños, desde el colegio, incluso hubo una época en que escuchaba cada mañana el de la noche anterior con todo lujo de detalles – Mira, esto se está volviendo muy obsesivo, si es ella saltará a tus brazos, si no, lo peor que te puede pasar es que te pateen los guardias, no es tan grave, no será la primera vez que te den una paliza por hacerte el vivo -.
- ¿Te parece tan simple?, Es mi vida, todo está en juego – Enciende otro cigarro, el quinto del día, eso que se levantaron hace media hora – No, debo ser discreto, me disfrazaré, actuaré para acercarme a ella -.
- ¿Te disfrazaras, y de qué? – “Esto esta cada vez más raro, Miguel se está volviendo loco”- ¡Ya sé!, Disfrázate de W.C. y así la sorprendes en el baño, claro que si no es ella… no la mandes a c…-.
- Muy gracioso… -.
- En serio, puedes pedir el disfraz por Internet a ACME… - Claudio ríe estruendosamente - ¡Espera, llamaré al pato Lucas y le preguntaré la dirección…! -.
- Ya basta… -.
- Jajaja… bueno espera, llamaré mejor a Porky… Mejor aún te vistes de araña y la esperas colgado en el closet, así, si no se enamora de ti, te ahorcas con tu propia seda, como Romeo… jajaja -.
Una alegre melodía silbada se cuela adentro de la habitación.
- ¡Mozalbetes, ha llegado el desayuno!… - Freddy aparece en la puerta, a pesar de la hora, fresco como lechuga, con la bandeja en las manos - ¿Y tú de que te ríes? -.
- Nada, solo del tarado este, que anda suspirando por los rincones por su princesita – Claudio, parece desquitarse con un sándwich de pollo especialmente voluminoso que le llamaba provocativamente desde la bandeja.
- ¡¿Quieres una patada?! – Miguel no esta para bromas.
- Entonces saltarás de alegría cuando te cuente que averigüé -.
- ¡¿Sobre Faith?! -.
- Aja – Freddy le hace sufrir… solo un poco.
- Faith mi amor, soy tu corazoncito perdido… – Claudio revolotea por la habitación aleteando, persiguiendo una esquiva doncella imaginaria – ¡Tu amoroso atorrante, tu chilenito de mazapán…! -.
- ¡Ya basta! -.
- Soy tu “Guardián de la bahía porteño… tu Tom Cruz, tu Jarrizon Fó… - Freddy se une al baile haciendo cómicas reverencias – Soy como el tipo de “Nothing Hill”, pero, con menos cara de estúpido y sin librería… -.
- Ya no tendrás que hacer más películas, no mas Hollywood, mi amor… te quedaras en mi departamentito a reírte con los chistes de mis compadres, a ver a Don Francisco, a llorar con la doctora Polo… -.
- Y haremos turismo por Maipú y la Pintana -.
- Muy graciosos -.
- Jajajaja… - Los dos se abrazan de la risa.
- ¿Qué es lo que averiguaste? -.
- Ja… ella se va a tomar dos días, va a Machu-pichu, sin una gran guardia, viaje secreto -.
- ¡¿En serio?! -.
- Claro soquete, me lo dijo un pajarito… - Freddy se alegra de ser de utilidad – Llega pasado mañana a la una -.
- ¡Entonces iremos a Machu-pichu! -.
- Estaba bueno ya, estar encerrado en esta pensión toda la semana era mucho – dice Claudio feliz de salir del hastío de la pensión.
- ¡Llevaré mi tabla de snowboard! – Freddy empieza a revolver el closet.
- Por cierto Claudio… - Miguel se sonríe al estar corrigiendo al que se supone acérrimo fan de Shakespeare – Romeo se envenenó, no se ahorcó… supongo que era más patético que yo… -.
Claudio solo le mira fijamente un momento.
- No lo apuestes -.
lunes, 18 de mayo de 2009
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